miércoles, 2 de septiembre de 2015

Poema de un Jugador.

Una noche más acompaña la oscuridad del sumiso encierro de la desolación absoluta del alma y la mente que luchan juntas por alcanzar la tan lejana tranquilidad interior… y cada día negándome la realidad de que hay una ansiosa mañana por llegar y ponerme una prueba en la que las espinas del destino serán las protagonistas… bajo ese sol calentando de tropiezos cada piedra que al borde del abismo de ese camino que la vida me permite transitar y por el que algún día decidí tomar como atajo para llegar más rápido al misterioso futuro; Cada paso recorrido me acompañan ácidas lluvias que embarran cada trocha de desesperación y en el que un laberinto de perdición me da una entrada pero nunca me da la oportunidad de encontrar una salida distinta que la misma que por la que decidí poner en juego mi destino en el que la apuesta mínima es el amor a ti mismo y a los que te rodean, es en ese “giro” en que los segundos se vuelven una novela fantasiosa de ilusiones y esperanzas y cuando leo el final me doy cuenta que es simplemente eso, una novela que solo existe en mi mente y que el premio al final del “giro” es el acceso a un nuevo camino, en el que a la entrada encuentro una pintura con el sol brillando al fondo del mar y la arena blanca bordeando las olas azules que desbordan la codicia y alimentan un flaco heroísmo y cuando termino de observar aquella pintura desde la mitad de ese camino a comenzado un nuevo “giro” y el barro en el que la fantasía me hundió no me deja correr más que hacia un camino que en el fondo dice ”bienvenido al laberinto de tus decisiones”. J.A.C.J

Programa de Recuperación

El programa de recuperación se compone de doce pasos. De ninguna manera es original a la sociedad de jugadores anónimos. Refleja la aplicación de conocimiento espiritual tal como ha sido registrado por hombres y mujeres de muchas edades. Por medio de su práctica  en nuestra vida diaria hemos podido dejar de jugar y lograr ciertos cambios en nuestras personalidades dentro de nosotros mismos.

Admitimos que éramos impotentes ante el juego y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros mismos podría devolvernos a una manera normal de pensar y vivir.
Tomamos la decisión de entregar nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de este Poder de nuestro propio entendimiento.
Sin temor hicimos un valiente inventario moral y financiero de nosotros mismos..
Admitimos ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras equivocaciones.
Estuvimos enteramente dispuestos a que se eliminasen estos defectos de carácter.
Humildemente pedimos a Dios (de nuestro entendimiento) que elimine nuestros defectos.
 Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos dañado y estuvimos dispuestos a hacer enmiendas a todas ellas..
Hicimos enmiendas directas a cada persona cuando fue posible, excepto cuando el hacerlo podría herir a ellos o a otros.
Continuamos haciendo el inventario personal y cuando estábamos equivocados rápidamente lo admitimos.
Buscamos a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios como lo entendemos, rogando sólo por el conocimiento de su voluntad y el poder para llevarla a cabo.
Habiendo hecho un esfuerzo para practicar estos principios en todos nuestros asuntos, tratamos de llevar este mensaje a otros jugadores compulsivos.

Cuéntanos Tu experiencia